BRUNSVIGER

Para variar, esto de hacer las fotos no es lo mío, pero he de decir que de verdad este pan dulce está delicioso! Es una receta típica danesa, que se prepara con nada que tengamos en casa, ya que es una masa de pan y encima lleva una mezcla de mantequilla derretida y azúcar moreno. Una receta sencillísima, para acompañar un café, especialmente a aquellas personas que no les gusta lo empalagoso. Una vez cocida en el horno y enfriada, es muy típico cortar trozos y formar una figura, de niño o de niña, generalmente, y decorarla por encima con chuches variadas (regaliz hace de pelo...etc), típica para un cumpleaños. Pero a mi esta receta me gusta cuando tengo gente que no le va lo dulce, y no sabes qué ponerles para acompañar el café, o incluso para desayunar un domingo por la mañana.

Ingr.: 250 ml de leche tibia (37º), 50 gr. de levadura fresca o 2 sobres de levadura seca de panadería, 2 huevos, 75 gr. de mantequilla sin sal derretida, 500 gr. de harina de repostería, 2 cucharadas de azúcar, una pizca de sal.
Para la cobertura: 125 gr. de azúcar moreno y 125 gr. de mantequilla.

Prep.: Si utilizamos levadura fresca, la disolvemos en la leche tibia en un bol. Si utilizamos la levadura de panadero, la mezclamos con la harina, la sal y el azúcar, y luego le añadimos la leche tibia, la ,mantequilla derretida y los huevos, uno a uno.
Con la levadura fresca, una vez disuelta en la leche, le añadimos la mantequilla derretida y los huevos y mezclamos bien, para luego por último añadir los ingredientes secos.

Hay que amasar bastante, y yo prefiero con este tipo de masa emplear la amasadora, ya que para que salga bien, hay que emplear lo menos de harina posible. Amasar a máquina 5 minutos, o a mano 10.

Hacemos una bola y la cubrimos con un paño. Dejamos que repose unos 45 minutos.

Preparamos el molde, rectangular y lo engrasamos bien por todo, bordes incluido con mantequilla. Hay quien le gusta poner papel sulfurizado en el molde, para que sea más fácil de despegar, pero, de verdad que yo poniendo mantequilla, a la "antigua usanza", jamás he tenido ningún problema de que se me pegara la masa.
Extendemos la masa por todo el molde, formando el rectángulo, y lo volvemos a cubrir y dejar reposar unos 20 minutos.
Mientras, precalentamos el horno a 200º.

La cobertura: en una cacerola, derretimos la mantequilla con el azúcar moreno, y vamos removiendo continuamente, a fuego lento, hasta que el azúcar esté bien disuelto y mezclado. No dejar hervir.

En la masa, hay que "clavar" los dedos de la mano para ir haciendo agujeros que lleguen hasta el fondo. por toda la masa. Luego, le echamos por encima el glaseado de azúcar y mantequilla, y lo repartimos uniformemente por toda la superficie, mirando bien que entre en los agujeros que hemos hecho.

 

Horneamos unos 25-30 minutos, y luego al sacarlo lo dejamos reposar. Está muy bueno tibio.
Yo lo que hago es cortar cuadrados y congelarlos, así que cuando quiero consumirlos, sólo los he de descongelar a temperatura ambiente o microondas, y quedan como recién hechos!